Modelo femenino para Virgo
Continuando con la serie de post acerca de modelos femeninos para ciertos signos, nos encontramos el de Virgo que, de acuerdo a Tito Maciá en su libro El lenguaje astrológico, todo signo zodiacal debe contener un arquetipo femenino, que para el caso de Virgo se puede asociar con la simbología y el arquetipo de Isis –la madre de la naturaleza en la cultura egipcia–, con Deméter de los griegos o Ceres de los romanos, y hasta con las vírgenes negras del cristianismo.
Para los egipcios, Isis representaba la tierra fecunda y cultivada, era pues el modelo del amor a la vida, la virgen madre que otorga vida y salud a los humanos. Su mito nos relata que ayudó a la humanidad civilizándola y enseñando a las mujeres a moler el grano, hilar el lino y tejer las telas, también enseñó a curar las enfermedades y los acostumbró a vivir en familia, instituyendo el matrimonio. Aparte, cuando Seth mató y descuartizó a Osiris, escondiendo y dispersando los pedazos de su cuerpo en los puntos más recónditos del mundo, Isis, su esposa, buscó todos los despojos de Osiris y los unió pacientemente, consiguió reanimarlo con sus prácticas maginas y hasta logró concebir un hijo suyo, por ello también se le representa a Isis con un bebé en brazos, y es aquí donde encontramos la asociación de Isis con las vírgenes negras precristianas, que recibían culto en lo más profundo y femenino de la tierra, como es el caso de la Virgen de Monserrat. Entonces, el arquetipo de Isis no es otro que el que la Iglesia romana ha transmitido con el nombre de Virgen María, la Virgen madre, con domicilio zodiacal en Virgo.
En el mito celta, a Cibeles se le representaba acompañada de dos leones y el santuario más antiguo levantado en su honor en Didimo estaba situado en el interior de una caverna, donde se hallaba una primitiva imagen tallada en piedra negra caída del cielo. Vemos aquí como se repite el tema de las profundidades de las cavernas, y lo veremos otra vez con el mito de Deméter o Ceres. Pues bien, en las leyendas, se describe a Cibeles como una mujer con un rostro hermoso, pero con un punto de severidad que apenas lograba disipar su rubia cabellera, del color de las espigas maduras.
Para los griegos, Deméter también representaba la tierra fecunda y cultivada, entonces era la diosa de los frutos y los bienes que procura la agricultura, y que favorecía las labores agronómicas y la siega. En las antiguas representaciones aparece con un vestido que le cubre los pies, un velo que le cubre la cabeza (como a Isis), mientras que en otras imágenes lleva una corona de espigas o ciñe sus sientes con una cinta, pero siempre sus atributos son el cetro, un haz de espigas una antorcha y el velo. De las espigas podemos decir que son una clara referencia a la estrella más brillante de la constelación de Virgo: Spica. También podemos decir de esta diosa que fue objeto de amores de Zeus (Júpiter) pero que ella opuso resistencia, sin embargo, Zeus la sedujo al metamorfosearse en toro, de tal unión nació Core, la joven raptada por Hades (Plutón) y que luego la convirtió en su esposa Proserpina o Perséfone.
Deméter después del rapto de su hija Core, peregrinó ataviada con un velo negro afligida y llevaba consigo una antorcha encendida para alumbrar las grietas más profundas de la tierra, era tanta su pena que dejaba de hacer fructificar la tierra, y buscándola llegó a Eleusis donde instituyeron fiestas en su honor, con los misterios eleusinos que estaban asociados al ciclo de las estaciones, el crecimiento de los cereales y de la vegetación, que en general se relacionaba con el misterio de la vida, la muerte y la otra vida.
En conclusión, se pueden extraer de los mitos los siguientes rasgos de carácter de las Virgo: avidez por investigar sobre el origen y funcionamiento de las cosas, reverente o con gran respeto hacia la autoridad, examinadora, reparadora, dispensadora, sensata, mesurada, decorosa, humilde y quejumbrosa.
Fuente:
Tito Maciá. (2015). El lenguaje astrológico. Simbología astrológica. The Little French eBooks.
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