El Potencial de las Relaciones de Pareja



Sinatrías y Astrología de las Relaciones

Cuando nos embarcamos en el análisis de una relación, siempre habrá que revisar las cartas natales individuales y estudiar las potencialidades de cada persona. Pues todos hemos escuchado que primero debemos aprender a amarnos a nosotros mismos, para así poder amar sanamente a los demás. Por esta razón, debemos ver dentro de nuestras cartas natales cuales son nuestras expectativas en una relación, así como nuestro potencial para gustar y atraer a  otros a relacionarse con nosotros.

Muchos problemas importantes que llevamos dentro de nosotros mismos salen a flote en las relaciones de pareja, y dichos problemas no son evidentes en nuestras relaciones impersonales, esto debido a que no tenemos una inversión personal profunda en una relación casual, tampoco hay o no percibimos una amenza de pérdida de uno mismo en las relaciones más superficiales.

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Algunos temas son comúnmente expresados cuando nos relacionamos íntimamente con otros y deberían ser mencionados. Uno de ellos es la proyección, pues, cuando proyectamos un rasgo o sentimiento en otra persona, experimentamos ese rasgo o sentimiento viniendo del otro, cuando en realidad es algo repudiado de nosotros mismos. Nosotros hemos repudiado alguna cualidad o actitud que es parte nuestra, y que es expresada en la carta natal. Algunas veces, desconocemos y proyectamos esos rasgos porque no estamos listos para enfrentar o asumir la responsabilidad del tal comportamiento, actitud o rasgo; y cuando lo proyectamos, también proyectamos esa responsabilidad en el otro, además, con esto nos posicionamos en un rol pasivo y la otra persona se convierte en el agresor.

Todos alguna vez hemos sido culpables de la proyección, un ejemplo de ello es el caso del esposo celoso, que cuando ve a su esposa hablando con otro hombre, él puede imaginar ceslosamente que la conversación que mantiene es más intima de lo que realmente es; puede atribuirse a su propio temor de que él mismo no sería fiel si estuviera en la misma situación, por lo que podría verse tentado a “engañar”, él no quiere admitir esto ante sí mismo, y mucho menos ante los demás, por lo que proyecta el potencial de infidelidad en su cónyuge.

En las relaciones de pareja frecuentemente atraemos o nos atraen personas que expresan aquellos rasgos que repudiamos en nosotros. Todos podríamos beneficiarnos deteniéndonos a pensar en aquello que más nos molesta o irrita de nuestra pareja. ¿Es posible que estemos proyectamos esos rasgos en nuestra pareja, o que hemos atraído a una persona con tales rasgos para compensar la falta en nuestras personalidades? Las relaciones pueden ser las experiencias más reveladores sobre nosotros mismos si estamos abiertos a aprender de ellas, y si estamos siendo honestos con nosotros mismos.

La proyección comúnmente ocurre en el Descendente, con las oposiciones y, algunas veces, con Saturno. El Descendente o Casa VII revela lo que buscamos en los demás, y aquellos rasgos que podemos repudiar o que proyectamos en los otros.

Las oposiciones a Venus en la carta natal pueden también ser indicadores de proyección, donde el otro planeta (el que se opone a Venus) puede ser proyectado en nuestra pareja. Con las oposiciones a la Luna en la carta natal proyectamos nuestro estado emocional en otros y, como resultado, experimentamos el otro planeta dentro de nuestras relaciones de pareja.



Por otro lado, la Casa XII puede algunas veces indicar cualidades proyectadas, pero que más frecuentemente muestran partes de nuestras propias personalidades que no son fácilmente integrables pues no son fácilmente aceptadas. Dichas cualidades pueden ser representadas (así como puestas en proyección) y son diferentes a las propias de la Casa VII pues son experimentadas de manera más indirecta, por lo tanto, reaccionamos de manera distinta, es decir, no saltamos a agredir o reprochar al otro, al contrario, podemos sentirnos incómodos en su presencia, pero de alguna manera somos atraídos por experimentarlo. Pues cuando una persona activa nuestra Casa XII, tendemos a estar más en contacto con los rasgos y emociones ocultas dentro de nosotros mismos.

El “material” reprimido puede mostrarse a través de actitudes y comportamientos autodestructivos, dado que no experimentamos esas cualidades directamente, pero en su lugar nos las encontramos mediante fantasias o adicciones. La vergüenza y la represión son frecuentemente están representadas por la Casa XII y Saturno, éste último representa nuestra vergüenza que es resultado de no cumplir con los estándares de perfeccion o reglas rigidas. Por otra parte, la Casa XII muestras las partes de nuestra personalidad que sentimos que fueron rechazadas quizá en la infancia o por nuestros padres o por personas de nuestro entorno, o también por experiencias en vidas pasadas, si creemos en ello. Las cualidades reprimidas pueden ser fácilmente distorsionadas y perjudiciales tanto para nosotros mismos como para los demás. Mientras que, donde se encuentre Saturno dentro de nuestra carta natal puede dar pistas de las áreas en las que sentimos cierta vergüenza y podemos intentar sobrecompensar, y si no enfrentamos estos problemas por nosotros mismos, entonces los llevaremos a nuestras relaciones. Algunas veces imponemos sufrimiento a las personas más cercanas a nosotros para lidiar con nuestra propia vergüenza.

Cuando Plutón es asociado a las relaciones de pareja en una carta natal, puede significar una persona que se identifica totalmente con sus relaciones, a veces hasta el punto de la obsesión, y en sus intentos de controlar la dirección de su relación puede crear dependencia tanto de sí mismo como de su pareja. De igual modo, se presenta el temor de sentirse abandonado y hacer todo lo posible para maneter a su pareja unida a él o ella. Y este temor puede ser una profesía autocumplida, ya que los mismos métodos que pueden usar para mantener a su pareja unida, puede hacer que al final se aleje. Asimismo, está presente la necesidad de experimentar un apego intenso, al igual que la manipulación puede ser un tema en esta configuración. Además, cuando manipulamos a nuestra pareja, efectivamente nos estamos diciendo que no podemos afectar nuestro medio ambiente de manera saludable y directa, sino que estamos socavándonos a nosotros mismos y a los demás. Tememos que somos ineficaces, por ello nos esforzamos en obtener poder dentro de nuestras relaciones de pareja, y podemos decirnos que estamos buscando formas de acercarnos a nuestra pareja pero en realidad nos estamos alejando de ella. De cualquier modo, una expresión positiva de Plutón como significador de las relaciones es la capacidad para alcanzar intimidad e intensidad sin la necesidad de tácticas subversivas.

Cuando vemos que los planetas personales, especialmente la Luna o Venus, están presentes en uno o más quincucios (o inconjunción), indica que el nativo tiene problemas de confianza. Estas personas pueden fácilmente convertirse en victimas a manos de gente ventajosa. Además, cuando el regente de la Casa VII forma un quincucio a otro planeta, puede señalar una tendecia del nativo a infravalorarse, o quizá, a que su pareja saque ventaja de él.

Habrá que ver el estado cósmico de Venus en la carta natal, así como el signo donde se encuentre para deternimar las necesitadades del nativo dentro de una relación.

Las personas con aspectos Sol-Venus pueden sentirse fuertemente identificadas con sus relaciones. Usualmente son románticas y encantadoras, y generalmente están muy abiertos al amor.

Quienes tienen aspectos entre la Luna y Venus son muchas veces gente muy hospitalaria, pero que pueden ser abusados por su bondad. Generalmente, estas personans evitan herir los sentimientos de los demás, porque ellos mismos son muy sensibles y frecuentemente dependientes de sus parejas.

Los nativos con aspectos Venus-Saturno a menudo asocian el amor con la responsabilidad. Usualmente se trata de gente muy comprometida con sus parejas y toman seriamente sus relaciones, pero se pueden sentir muy solos en su interior. Ellos nunca se sienten a gusto expresando sus afectos. Sin embargo, esta influencia puede escenificarse de varias formas, no necesariamente implica que permanecerán solteros por siempre, no obstante, se han presentado casos en los que se sienten atraídos a personas que no son alcanzables.

Las personas con aspectos entre Venus y Urano pueden ser un poco voluntariosas con sus parejas, pues resienten cuando los controlan de alguna manera. Igualmente se sienten atraídos por relacions inusuales o no-tradicionales, incluso pueden ser sexualmente curiosos y les gusta experimentar.

Los nativos nacidos con aspectos Venus-Neptuno tienen una vista realmente romántica de las relaciones. Ellos pueden buscar a la pareja ideal y verter toda su esperanza en una relación de pareja, como un medio para evadirse por encima de los asuntos mundanos de sus vidas. Sin embargo, pueden ser propensos a desilusiones en sus relaciones de pareja debido a su tendencia a pasar por alto los problemas, incluso los más evidentes. Cuando Venus esta en un aspecto tenso con Neptuno, señala que la persona pasa de la plena confianza a la sospecha. Puede ser un reto ver claramente cómo es la pareja, pues tienden a idearlizarle.

La gente con aspectos Venus-Plutón desean un completo compromiso e intimidad con su pareja, a quien intentarán controlar o poseer, o quizá, atraigan a un alguien así que los controle. También, estos nativos pueden ser algo dramáticos en sus afectos.

Cuando los planetas significadores están conectados a la Casa XII, pueden señalar una tendencia a mantener, protejer u ocultar sus relaciones, o bien, a sentirse atraído a amores secretos. Usualmente hay una profunda e interna necesidad de buscar apoyo de su amado, así como cierto placer de mantener su amor en privado, esto puede pasar cuando el regente de la Casa VII o la Casa V se encuentra en la doceava casa, o si el regente está aspectando a algún planeta en la Casa XII o al regente de dicha casa. El regente de la doceava casa posicionado en la séptima casa es un poco diferente a lo anteriormente mencionado, pues a menudo señala que el nativo es propenso a atraer parejas que presentan rasgos repudiados en su personalidad. Esto puede ser desafiante para algunos, especialmente si esa tendencia es inconscientee, y el resultado pueden ser relaciones compulsivas o tumultuosas.

Con Venus Retrógrado, las relaciones son tomadas muy enserio, y más si Venus rige o está en la Casa VII, pues puede dar una tendencia a limitar las oportunidades de encontrar amor, ya que es muy importante en la vida del nativo, y es difícil que sea objetivo cuando inicia una relación o un romance, ya que es demasiado sensible a los altibajos en una relación. Las relaciones casuales no son consideradas muy valoradas para estas personas, dado que para ellas, las relaciones raramente son superficiales.

Por otro lado, la Casa VII representa al “otro”, ya que está opuesta a la primera casa que representa al “Yo”, así que, la séptima casa es como un espejo, además, a través de ella el individuo trata de lograr un equilibro mediante la cooperación o por medio de la competencia.

Asimismo, el regente de la séptima  casa y su posición domal puede algunas veces mostrar dónde puede el nativo encontrar o concoer a su pareja, pero esto solamente en algunos casos. Por ejemplo, si el regente de la Casa VII se encuentra en la Casa VI puede indicar que la persona conoce a alguien especial en su trabajo; si estuviera en la Casa IX señala que le conocerá en la universidad o alguna institución similar, o probablemente en el extranjero, incluso puede indicar que se case con un extranjero. De cualquier modo, la posición domal del regente de la séptima casa muchas veces revela información importante acerca de la naturaleza de la relación o de la pareja, o bien, acerca de las necesidades propias de la relación. Por lo tanto, una persona con el regente de la Casa VII en la Casa VI puede atraer parejas que están por debajo de su nivel, como puedieran ser sus subordinados o gente que trabaja para limpieza o mantenimiento. Por lo demás, el regente de la séptima casa también muestra las facetas de la personalidad del nativo que se activan cuando está en una relación, de igual modo, es importante ver los aspectos que forma con otros planetas, pues todo esto en conjunto muestra las características más evidentes del nativo dentro de una relación o asociación.

Las personas con planetas en la séptima casa son atraídas por las relaciones de pareja, en parte para saciar las necesidades de tal o tales planetas. En algunos casos, la faceta de la personalidad (representada por las enerfias del planeta en la Casa VII) se siente subdesarrollada en la propia vida del nativo, y hay un deseo de experimentarla plenamente atraves de las relaciones. Esto explica por qué una Casa VII con una fuerte carga planetaria a menudo sugiere que el nativo es especialmente atraído por las relaciones de pareja.

Con los planetas personales en la séptima casa, el nativo podría sentir una fuerte necesidad de tener una pareja para complementar las necesidades básicas de su personalidad, lo que en última instancia puede debilitar su relación de pareja, si el individuo no asume más responsabilidad en esa parte de su propia personalidad. En este sentido, el Sol en la Casa VII sugiere que la persona es dada a negociar y a comprometerse, además, las relaciones de pareja son importantes, y su identidad depende fuertemente de su relación. Sin embargo, el ego toma partido dentro de sus relaciones, y puede haber una tendencia a enfocarse demasiado en mantener puntajes y tratar de equilibrar las cosas. Lo mas importante aquí es evadir perder la propia identidad dentro de la relación, pues desgastará al nativo y el resentimiento de la pareja es muy posible. Por otro lado, cuando la Luna está en la Casa VII, el nativo expermenta una necesidad poderosa en las relaciones de pareja, en las que la conexión emocional es fuerte, así como el impulso por cuidar al otro y a su vez ser atendido, y si no hay nada de esto, entonces será una relación insatisfactoria. Con Mercurio en la Casa VII, la autoexpresión y la capacidad de comunicación del nativo cobran vida en la relación de pareja, pues necesitará ser escuchado para sentirse satisfecho dentro de la relación. Venus en la Casa VII señala una fuerte necesidad de armonía y balance en la relación, y que el nativo puede pasarla mal si su pareja es insensible o volátil, además de que se esfuerza por la coexistencia pacifica entre los dos. Por ultimo, si Marte está en la Casa VII, el nativo se siente vivo en la relación y a veces podrá depender de la pareja para alimentar su impulso y sus reservas de energía; asimismo, una relación demasiado pacifica o placida puede serle muy insatisfactoria, pues el nativo siempre buscará a una pareja activa, de quien dependerá mucho para motivarse, lo cual puede ser una gran responsabilidad a largo plazo.

Los planetas sociales o transpersonales en la Casa VII muestran las cualidades que buscamos en nuestras parejas o socios. Con Júpiter en la Casa VII, el nativo busca una pareja que sea generosa y de espíritu elevado, además, tiene la necesidad de sentir que crece dentro de la relación, por lo que, tiene dificultades para encontrar a alguien que parezca lo que busca. Por otro lado, Saturno en la Casa VII tiene mala reputación, sin embargo, esto no quiere decir que el nativo no vaya a casarse o no tener pareja, sino más bien que su pareja será mayor o más maduro a él o ella, o que la relación sea más seria y comprometida, pues el nativo toma muy en serio sus responsabilidades dentro de la pareja, no obstante, puede tener dificultades para lidiar con la necesidad excesiva de la otra parte, y a menudo, siente mucha presión; además, si la confianza se pierde, puede haber una tendencia a retener el afecto, de igual manera si se siente herido o menospreciado podrá retirarse emocionalmente. Ahora bien, una persona con Urano en en la Casa VII frecuentemente tendrá relaciones de pareja que rompan de algún modo con las “reglas tradicionales”, pues hay aquí una necesidad de espacio y libertad con sus parejas, sin embargo, el nativo deberá tener cuidado con que sus necesidades por una relación única y no convencional no eclipse la verdadera conexión con el otro. Neptuno en la Casa VII sugiere una tracción por parejas que están necesitadas de apoyo o de que vengan a rescatar al nativo; también hay un deseo por una fuerte conexión espiritual con la pareja, pero el verdadero problema es que no pueden ver claramente a su pareja y, si este es el caso, el otro puede tomar ventaja de esto. Plutón en la Casa VII señala una atracción por parejas cambian completamente la vida del nativo, también hay una tendencia a temer perder a la pareja; igualmente, el nativo se siente atraído por parejas posesivas y, en algunos casos, es usual que proyecte en el otro sus propios miedos de ser abandonado. Por último, con Quirón en la Casa VII hay una cierta actitud de defensa en las relaciones de pareja, también hay un temor a abrirse al otro y una tendencia a hacerse menos para parecer justo con la otra parte; y si el nativo evita problemas emocionales por temor a estropear la relación, entonces ejercerá una presión indebida en la misma.

El Nodo Sur en la Casa VII sugiere una tendencia a formar y recurrir a relaciones codependientes debido al miedo a la independencia y a estar solo. El nativo teme autoafirmarse y tendrá que encarar este temor a estar solo en algún momento de su vida. Igualmente, el nativo luchará por la paz interna, en lugar de centrarse en lograr la paz y el equilibrio en las relaciones, las cuales mejorarán no sin haber luchado antes, claro. Sin embargo, la situación es contraria con el Nodo Norte en la Casa VII, pues sugiere una tendencia del nativo a confiar en sí mismo tanto como para someter a aquellas personas importantes de su vida, a ser excesivamente competitivo hasta el punto de la actitud del yo primero, a tomar las cosas personalmente y a ser impaciente, imprudente e impulsivo a expensas de la felicidad personal. El nativo deberá trabajar en sensibilizarse a las necesidades de los otros y a parar de retroceder ante las posibles demandas de su pareja. Solo a través de la asociación y cooperación con otros, el nativo alcanzará el equilibrio interno, pero puede haber una lucha en el camino a lograrlo.

Aspectos entre el Sol y la Luna en las Cartas Natales



Las personas nacidas con aspectos tensos entre el Sol y la Luna pueden pasar mucho tiempo de su vida sufriendo por balancer los principios del Sol con los de la Luna dentro de su personalidad, lo cual afectará en cierto grado a sus relaciones. Además, el nativo tiene un impulso de formar relaciones significativas generalmente poderoso, pero dichas relaciones pueden serle tan difíciles como su conflicto interno señalado por la tensión Sol-Luna, la cual puede ser por cuadratura, oposición o quincucio. Por otro lado, cuando el nativo tiene un sextil o trígono entre las luminarias, el deseo de encontrar relaciones signifiicativas es más fuerte aún, sin embargo, las relaciones tempranas en particular pueden ser desafiantes.

Por ejemplo, una mujer con la oposición Sol-Luna que había vivido el difícil divorcio de sus padres cuando era niña, se quejó de que su esposo parecía ser bastante complaciente con su matrimonio, simplemente esperando quee funcionara sin mucho esfuerzo, y esto era debido a que él tenía un sextil entre el Sol y la Luna, por lo tanto, a la hora de enfrentar los problemas el instinto de ella estaba más alerta, mientra que el de él no veía la necesidad de nada. De hecho, él no veía los problemas tan claramente como la esposa, y sentía que ella estaba viendo problemas que no existían, mientras ella sentía que él daba por sentado la relación al no abordar los problemas a medida que surgían.

Así bien, un aspecto estresante entre el Sol y la Luna parece impresionar al nativo con la expectativa (a menudo inconsciente) de que las relaciones pueden fracasar muy fácilmente y por ello, será especialmente consciente de los conflictos dentro de la relación en serio. Aquellas personas con la oposición Sol-Luna generalmente están dispuestos a resolver problemas en una relación debido a su aguda consciencia y sensiblidad a los conflictos que surgen dentro de la relación; sin embargo, si su pareja niega la existencia de problemas, entonces pueden frustrarse fácilmente. Todo esto se debe a que el nativo aprende y crece a través de las relaciones, pues es un impulso básico, tan básico que es una necesidad para él o ella, pero para ello necesitan de parejas que sean parte en el proceso.

Por otro lado, las personas con el Sol cuadratura la Luna señala una “guerra” interna entre dos poderosos deseos: el deseo por compromiso emocional y el deseo de autonomía. El nativo puede ser bastante defensivo e incluso beligerante con los demás, y a menudo demasiado sensible, lo cual puede afectar sus relaciones personales; y su pareja puede quejarse del nativo pues frecuentemente parece estar propiciando pelear, por lo que, la relación puede ser turbulenta hasta que el nativo aprende a comprometerse.  

Nacer con el Sol quincucio a la Luna indica que el nativo parece vivir haciendo ajustes y concesiones constantemente; también tiene la tendencia a ofrecer tanto al otro, seguido del sentimiento de que tomaron ventaja  de él. Ser pasivo-agresivo puede ser otro problema también. El nativo parece esperar tener que hacer compromisos en la vida para obtener lo que quiere, pero en el proceso subestima sus necesidades; y sus parejas pueden quejarse de que es indeciso, inestable y desenfocado. El nativo necesitará trabajar para aceptar tanto al Sol como a la Luna en su personalidad para sentirse completo y evitar sabotear sus relaciones (y sus objetivos en la vida con actitudes autodestructivas).

Por su parte, cuando una persona nace con el Sol trígono o sextil a la Luna, acepta inequívocamente, no sin tener también una voluntad bastante fuerte; además, tiene tendencia a esperar obtener lo que quiere, simplemente porque su deseo natura estar en paz consigo mismo. Sin embargo, la complacencia es un algo común y, a menudo, es una queja de sus parejas. No obstante, la facilidad con la que este nativo trata con los demás, puede ser ciertamente una ventaja.

Por último, quienes nacen con la conjunción Sol-Luna son individuos de carácter fuerte aunque también bastante subjetivo. Además, el nativo se siente cómodo consigo mismo, lo que es útil para el enfoque y la concentración, pero puede ser un desafio en las relaciones debido a una personalidad bastante insular y autosuficiente. Igualemente, la falta de objetividad puede ser un problema, ya que el nativo tiende a tomar las cosas de manera muy personal y es más bien implicado y autónomo. En sus relaciones sentimentales existe una decida falta de flexibilidad en la naturaleza que puede ser frustrante para su pareja.


Traducido al castellano por Arianna Beltrán

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