Juno

Este post está dedicado al asteroide Juno y la información presentada aquí ha sido directamente extraída del libro “El Cinturón de Hipólita” de C. J. Boquet. Pues bien, Juno es el principio de relación, el impulso y la forma que nos llevan a relacionarnos y a compartir, en una conexión simbiótica, constructiva y creativa, para el progreso, evolución y regeneración de los implicados. Esas son las condiciones de Juno para que la relación se lleve a efecto. Porque Juno representa, del mismo modo, el sentido de compromiso y responsabilidad ante la palabra dada y, sobre todo, ante la relación establecida. Por otra parte, para calcular la posición de Juno en tu carta natal, puedes hacerlo en estos dos sitios web https://carta-natal.es/carta.php y https://www.astro.com/ solo ocupas llenar los datos correspondientes a tu fecha, hora y lugar de nacimiento y después seleccionar "asteroides" o "juno".



Juno, diosa romana del matrimonio y representante de la maternidad
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De acuerdo con Boquet, Juno, como representante de Virgo, permite una manifestación de la energía sexual en obras sociales, siendo, para ella, la búsqueda de una relación personal, una vía de transcender la realidad material y de progresar espiritualmente. De ahí que condicione los casos manifiestos en los que la conexión amorosa (el enamoramiento platónico o espiritual) antecede a la sexual, siendo ésta, complemento de aquella; son los casos de “virginidad para el matrimonio” (y tanto da que la virginidad “física” se haya perdido o no), igualmente en varones que en mujeres (aunque, lógicamente prevalece el segundo caso), en los que la consagración al cónyuge es “de por vida” y, debido a lo cual, las faltas a la fidelidad y al compromiso cobran el efecto de un “ataque mortal para la propia vida”.

Juno, como extensión de su papel de esposa, protege la maternidad, embarazo, parto y lactancia, así como a niños, doncellas, novias, recién casadas y viudas. Astrológicamente Juno indica el tipo de afinidades personales del nativo, representando al cónyuge del mismo (sus cualidades, su carácter, su vida). Las combinaciones armónicas, en sinastrías entre Juno y Sol, o Juno y Venus, por ejemplo, suelen augurar relaciones exitosas y fructíferas; no sólo conyugales, pues Juno también representa relaciones entre amigos especialmente comprometidas y hasta equivalentes a un matrimonio, eso sí, libre de la dialéctica sexual; relaciones entre socios; entre maestro y alumno; entre médico y paciente; entre patrón y obrero, y, también, entre padres e hijos (la fase “socializadora” de la educación).

En las relaciones, Juno tiende a velar por el equilibrio de las mismas, a armonizar descompensaciones, y a fortalecer sus bases, lo que, en la mayoría de ocasiones, supone luchas de poder y agrios enfrentamientos. La sensibilidad a la desigualdad, a la dominación y al abuso, puede provocar el que la energía se exprese en forma de odio, pero lo manifiesta tanto con la vehemencia marciana como con sutiles y astutas manipulaciones.

Esa misma sensibilidad a la desigualdad y a la dominación lleva, a Juno, a tutelar a desprotegidos, marginados sociales o legales, minorías y, muy especialmente huérfanos y niños maltratados, y cónyuges despechados, engañados, abandonados e, igualmente, maltratados. Pero, si el equilibrio igualitario es respetado, el compromiso no es disturbiado y el apoyo, amor y respeto mutuo son manifiestos, la relación (cualquier relación activada por Juno) se convierte en fuente de regeneración y elevación para los que la comparten. La devoción de Juno enriquecerá y ensalzará el vínculo relacional, contribuyendo a una progresiva prosperidad.

El “embellecimiento” de la relación se obrará, además, en todos los niveles y, muy especialmente, en los propicios a la estética. Juno se relaciona con la belleza y la estética y son muy propios de ella los adornos, la moda, la cosmética, peluquería, decoración doméstica...

Juno también está directamente relacionada con los ciclos biológicos femeninos y con la concepción y nacimiento. Sus tránsitos indican ciclos de éstos (menstruación, períodos de fertilidad, embarazo y concepción, partos, lactancia), así como periodos o fases en las relaciones (noviazgos, separaciones, rupturas, nuevas relaciones); así mismo, se relaciona muy directamente con cuestiones de tutela y compartición de hijos (en padres separados) y con adopciones y orfandad.




Símbolo de Juno
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Juno en los signos


Juno, en general (en cada signo y casa) tiende a marcar de alguna forma al cónyuge.

Juno en Aries
Juno aquí daría un cónyuge tipo Aries. Entre los casos consultados por Boquet apareció el detalle de tres nativos Virgo, con Juno en Aries cuyas compañeras tienen, en los tres casos a Juno en la casa I, es decir, emprendedor, impulsivo, activo... (cónyuge, o asociado, o, en general, partícipe en una relación comprometida).
Y, en este caso (el del cónyuge ariano) no suelen ser infrecuentes las discusiones y enfrentamientos por cuestiones de dominación y de autodeterminación. En cualquier caso, parece, ésta, una posición que requiere de un cierto margen de independencia o libertad en las relaciones, que posibilite vías de salida a los viscerales impulsos arianos.

Juno en Tauro
Cónyuge o asociado tipo Tauro. Existe la tendencia a relaciones directas, abiertas, gratificantes y agradables, en las que los lazos tienden a ser sólidos y duraderos. Pueden manifestarse marcadas diferencias entre los cónyuges (sobre todo en aportación, trabajo y propiedades por y para la relación). La relación suele precisar de un intercambio verbal clarificador (que puede llegar a ser cotidiano). Y pueden originarse enfrentamientos por cuestiones de dominación-dependencia, posesividad y espacio vital.

Juno en Géminis
Aquí se manifiesta una clara tendencia al emparejamiento, pero, como en los casos anteriores, en alguna medida hay áreas vitales (que tienden a ser ocupadas por otros tipos de relaciones, por paradójico que, en apariencia, resulte) que precisan unilateralidad, dentro de la relación del nativo. La comunicación verbal suele ser imprescindible, pero sin incidir tanto en la relación en sí, sino más en aspectos colaterales de la misma, y hasta ajenos a ella, manifestándose cotidianamente, esta tendencia. La dualidad geminiana puede propiciar períodos alternativos en la estabilidad de la relación, y puede originar ansiedad e inquietud nerviosa respecto a aspectos de la relación o al mismo cónyuge.

Juno en Cáncer
Cáncer propicia el que Juno haga uso de los resortes emocionales y afectivos para desarrollar la relación, hasta llegar, incluso, a la manipulación emocional y a implicar referencias paterno-filiales en la relación estrictamente conyugal. La vida hogareña tiende, no obstante, a ser gratificante y armoniosa y frecuentemente la propia casa tiende a ser considerada como una especie de “santuario” de la vida conyugal. Las necesidades emocionales y afectivas, y el deseo de cuidado y afecto maternal suelen ser relevantes en la relación (en cualquier sentido).

Juno en Leo
Aquí la relación conyugal (o de otro tipo, equivalente de algún modo) puede ser terreno abonado para el desarrollo de la creatividad y del amor. Las formas de la relación pueden revestirse, tanto de un toque brillante, romántico y hasta teatral, como dramático, intenso y altamente combustible.
Las discusiones surgen por cuestiones de orgullo, amor propio, egocentrismo, autoritarismo, vanidad, y así. Y, como en el caso anterior, los hijos pueden convertirse en sujetos u objetos del enfrentamiento entre los padres. Cuando llegan aquéllos (los hijos) es cuando, en general, pueden producirse crisis (no inmediatas) en la relación.

Juno en Virgo
Boquet indica que este es, paradójicamente, el caso, de los observados, que más excepciones presenta a la regla de atribuir al cónyuge las características del signo de Juno; pero, sin embargo, aparecían “factores Virgo”, de una forma u otra, en facetas no estrictamente personales de la relación (matrimonio propiciado por el trabajo; parejas de trabajadores sanitarios; pareja de escritores; relación muy regularizada y algo estricta; trabajos en común prácticos y eficaces,...).
Normalmente suele darse un común deseo de perfeccionamiento de la relación, que en muchas ocasiones propicia análisis continuos de la convivencia y, en general, de la relación, y críticas algo maniáticas y quisquillosas, discusiones por aspectos aparentemente nimios, pero que, no obstante, tienen su importancia para el que propicia la discusión (siempre que no sea por simples ganas de discutir, lo que ocurre en los casos afligidos).
Los miedos a separaciones y la preocupación por la seguridad de los vínculos, pueden ser origen de ansiedades y nerviosismos (como en el caso de Géminis) algo inquietantes puesto que suelen ser fácilmente disimulados.
La comprensión del cónyuge es uno de los principales objetivos de la relación pero, a veces, ese deseo es el que motiva una mayor complejidad, y el resultado general es que esta posición de Juno da lugar a relaciones conyugales en las que la fuerte proyección del intelecto sobre los sentimientos no siempre facilita la relación, y no son, por ello, infrecuentes divorcios, separaciones y hasta largas (e incluso definitivas) solterías, ya que la seguridad y el control sentimental suelen ser antepuestos como condicionantes de la relación.

Juno en Libra
Y como era de esperar, Libra resulta ser signo altamente favorable a Juno, a veces hasta “demasiado favorable”, en el sentido de que la relación, en abstracto, y, muy especialmente, la implicación social de la misma, condicionan una convivencia que, en ocasiones es claramente negativa para los cónyuges, los que se dedican más a buscar medios de “soportarse mutuamente” que a replantear las bases y objetivos de la relación. En el otro extremo del abanico, resulta el claro tipo-Juno que no accede a una relación si no es con las condiciones propias de Juno aceptadas de antemano: relación comprometida, sin concesiones (en el buen sentido), a fondo y de por vida.
Con esta posición se hace primordial el reconocimiento de la igualdad del cónyuge y el respeto al compromiso contraído; el apoyo entre los contrayentes suele entonces (pese a lo antes dicho, que es lo propio de los casos conflictivos) eficaz y creativo, y las consultas respecto a las más variados temas (de interés común, o no) se suceden día a día.
De forma similar a como ocurría en Géminis, la relación puede ser fluctuante en algún sentido y no es mala previsión la de contar de antemano, con períodos de relativa separación o de cambios anticipados (según indiquen los tránsitos planetarios).

Juno en Escorpio
La situación de Juno en Escorpio propicia una idónea y natural conjugación de matrimonio e intimidad y ésta suele ser la mejor protección que puede presentar la relación conyugal. Pues Escorpio es donde Juno genera los frutos de su virginidad, y convierte la relación y su encuentro sexual en vía de continuo conocimiento y regeneración. Y, así, hay matrimonios en los que aparece esta posición, que resisten traumáticos y compulsivos embates que fácilmente acaban con otras relaciones aparentemente más sólidas.
Con todo, esta posición no se ve exenta de enfrentamientos, intensos y pasionales, que incluso pueden llegar a ser violentos y beligerantes (se dio algún caso extremo a este respecto, en el que el enfrentamiento intenso y virulento era visto por los participantes como una forma “necesaria” para el equilibrio en cuanto que había sido perfectamente asumido como vía de descarga de energía contenida) y en los que las luchas de poder, los celos y cuestiones de territorialidad son los resortes más comunes para el enfrentamiento. Como Juno indica, las faltas al compromiso pueden ser origen de terribles consecuencias; y eso es lo que más fácilmente puede ocurrir en Escorpio.

Juno en Sagitario
Este es un caso en cierto modo similar al de Géminis, Acuario, Aries y Tauro, en el sentido de que la relación conyugal exclusiva y total suele ser algo contraproducente y, así como Juno en Géminis precisa de una vía abierta a otras variadas relaciones sociales, en Sagitario suele manifestar alguna dedicación que absorbe al nativo tanto o más que la relación conyugal (el caso del que su “matrimonio” lo es con su trabajo, estudios,...), e incluso sin que eso ocurra, la sensación de tener siempre una puerta abierta a la independencia y al propio camino, suele ser vital para que la relación no llegue a ser asfixiante. En el caso más frecuente, el nativo suele ignorar deliberadamente los problemas de la relación, aun conociéndolos, y las discusiones y enfrentamientos, las más de las veces, serían innecesarios si la comunicación fuese mejor cuidada. Son abundantes los casos de, o bien cónyuge sagitariano, o bien extranjero, o bien muy viajero.

Juno en Capricornio
Con Juno en Capricornio la tendencia es hacia una relación segura y firme, y la actitud hacia ella es la de reforzarla y afianzarla. La responsabilidad ante el compromiso tiende a mostrarse continuamente, hasta incluso llegar a resultar severa y exigente para el cónyuge.
En general, las relaciones en las que interviene esta posición tienden a ser fieles y duraderas, pero no escasean las separaciones, sobre todo, las temporales o periódicas.
Lo más espinoso al enfrentar a un nativo de este tipo puede ser su actitud demandante y exigente respecto a los acuerdos establecidos, así como una cierta frialdad aparente. En compensación, es de esperar un fuerte apoyo y una sólida fidelidad por parte de él.

Juno en Acuario
Como es de esperar, esta posición inclina a formas inconvencionales de relación conyugal, en las que el margen de libertad e independencia tiende a ser amplio, y en las que se persigue una comunicación total, a todo nivel; los condicionamientos intelectuales o espirituales pueden, así mismo, ser determinantes, a este respecto.
La preocupación por el equilibrio igualitario es, en general, más habitual de lo que cabría pensar, e incluso predominante en este sentido, sobre la que muestra Juno en Libra.
La relación puede ser marco y base de acciones humanitarias o humanistas, compartidas, como, del mismo modo, ser fuente de información general, conocimiento continuo y empuje al progreso personal.

Juno en Piscis
Más aún que en el caso de Acuario, la relación puede venir, aquí, propiciada por una conexión más sutil y más espiritual, o a través de una vía o marco de esa índole. En caso de conflictos, la gravedad de los mismos se incrementa con tendencias evasivas y con manipulaciones soterradas que pueden desembocar en una situación insostenible por caótica; lo cual es factible de prevenir si consideramos que ésta es una de las posiciones que más compasión y comprensión puede aportar a la relación, así como grandes capacidades de sacrificio que suelen revertir en mayor progreso espiritual (cuando la dirección no es hacia el caos), moral e intelectual, interés común de ambos cónyuges.


Juno
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Juno en las casas


Juno en Casa I
En la mayoría de los casos observados por Boquet, la tendencia a emparejarse era muy impulsiva y apremiante, pero, en general, el nativo parece tender a delimitar claramente el área conyugal, de la estrictamente personal, y a considerar la vida “en pareja” como un “complemento” a su propia vida personal. El fuerte condicionamiento de la vida conyugal que cabría esperar con esta posición es, sin embargo, propio de la casa opuesta, la VII.

Juno en Casa II
Típico caso de doble entrada de ingresos en el hogar, pues los cónyuges suelen, ambos, trabajar y, en muchos casos, hasta compartir el mismo trabajo. En la propia relación, tiende a darse relevancia al equilibrio entre lo que se da y lo que se recibe, así como al afianzamiento material de la misma, y la dependencia mutua suele, así mismo, cimentarse sobre presupuestos materiales o económicos. Suelen aparecer muchos casos de fuentes de ingresos tipo Virgo (agricultura, magisterio, artesanía, herboristería, letras,...).

Juno en Casa III
En este caso, la comunicación y las relaciones con los demás (cónyuge, especialmente) contribuyen enormemente al conocimiento de sí mismo, y el mismo mantenimiento de la relación requiere y supone continuo intercambio de información.
Normalmente tiende a haber gente alrededor de la pareja, y el domicilio conyugal suele ser centro de reuniones y de contactos sociales, e incluso, “centro de información profesional e intelectual”. Así mismo, los cónyuges suelen ser aficionados a (o tienen que hacer muchos) viajes cortos y rápidos.

Juno en Casa IV
Pues no hemos podido constatar (al menos en las apariencias) tendencias a una relación de tipo clásico o tradicional. Lo que sí ha comprobado Boquet es la predominante tendencia a decorar el hogar, según ese modelo, “clásico” o “rústico”, así como un marcado gusto por las antigüedades y una especial tendencia a compra-ventas de casas o terrenos.
Por otro lado, también son frecuentes los casos de injerencias por parte de los suegros en la vida conyugal, así como una cierta importancia concedida a la aprobación (o a la aportación, en cualquier sentido) paterna para el matrimonio. Así como los casos de parejas con marcadas diferencias de edad.

Juno en Casa V
Aquí la relación conyugal, o el propio cónyuge, suele propiciar y apoyar los trabajos creativos del nativo; más aún, si la creatividad es disturbiada por la vida en pareja, ésta corre el peligro de truncarse. Es posición idónea para la relación con los niños, y la paternidad tiende a reforzar la relación, si bien, en casos conflictivos, la paternidad lo que puede es eclipsar y hasta anular la relación conyugal. No suelen ser frecuentes los problemas de “ligues” o adulterios, ya que la actitud hacia la vida matrimonial suele ser de claridad y de dignidad.

Juno en Casa VI
Éste sí que es un caso claro en el que la cotidianeidad es de suma importancia en la relación, que tiende a valorarse en función de los pequeños detalles y acontecimientos que, día a día, van “creando” la convivencia y “materializando” la relación.
Se tiende a desarrollar un servicio mutuo entre los cónyuges (muy especialmente en casos de enfermedad de cualquier tipo, física, psíquica, .mímica, afectiva,...), y no es, tampoco, infrecuente el caso de trabajos o empleos comunes o compartidos, aunque también se dan los casos de nativos que se “casan” con su trabajo. El medio doméstico suele ser el espejo que muestra el estado de la relación.

Juno en Casa VII
Y, de forma relativa a como ocurría en la casa I, el que la casa VII sea una de las más favorables posiciones para Juno no significa que no haya, con esta posición, desastrosos fracasos matrimoniales, en los que la intensidad de la catástrofe suele ser proporcional al grado de expectación del nativo, resultante de concebir la relación de pareja como “vital e indispensable”, hasta el punto de obviar la realidad.
Con esta posición tienden a afianzarse las parejas que mantienen alguna tarea cooperativa colateral, o colaboran en la tarea del cónyuge (en algún sentido); así como las que mantienen los presupuestos de igualdad y de respeto al compromiso contraído.

Juno en Casa VIII
Es éste un caso similar al de Juno en Escorpio, en cuanto que la relación tiende a ser intensa, comprometida y profunda. La misma relación propicia cambios regeneradores, y la maternidad (o paternidad) suele constituirse en el objetivo, o en la tarea común, fundamental de la relación.

Juno en Casa IX
La de esta posición suele ser una pareja muy viajera y el matrimonio (o sucedáneos) propicia la ampliación de horizontes, tanto físicos, como intelectuales y filosóficos. También es posición que requiere unos ciertos márgenes de independencia, pero, en caso de no existir, los viajes en común pueden hacer perfectamente un efecto compensatorio. En muchos casos, la relación afectiva toma el esquema de la de “maestro-alumno”.

Juno en Casa X
En estos casos, uno de los cónyuges se constituye en claro apoyo y soporte del otro, sin que el efecto sea tan prominente en sentido opuesto (a no ser que ambos compartan la posición de Juno); y no son extraños los casos en los que la relación entraña ascensos socio-profesionales para uno de los cónyuges gracias al otro. Es, así mismo, caso típico en el que las responsabilidades profesionales o sociales interfieren, condicionan o disturbian la relación afectiva.

Juno en Casa XI
Esta posición da abundantes casos de facilidades para trabajar (predominando trabajos artísticos) en grupos, o con amistades, aun cuando el nativo muestra una fuerte individualidad e independencia que, precisamente, cobra prominencia en el seno del grupo.
Como en el caso de Acuario, también esta situación de Juno hace recomendable un cierto margen de libertad en las relaciones y, sobre todo, un afianzamiento de la comunicación y estimulación intelectual.
La relación tiende a cobrar más la forma de amistad que de enlace sentimental. Y son, en ella, de suma importancia el igualitarismo y la consideración y respeto mutuos.

Juno en Casa XII
Y, de modo bien distinto al caso de Piscis (aunque también puede haber, y los hay, paralelismos), esta posición suele indicar una relación conyugal de carácter kármico, o, lo que es lo mismo, comportando algún sacrificio indispensable para el avance y progreso espiritual del nativo.
No es extraño el caso en el que uno de los cónyuges (normalmente el del nativo) está incapacitado en algún sentido. En cualquier caso (y aquí está la más clara coincidencia pisciana), la relación conyugal se presenta como un medio idóneo para el progreso espiritual.


Fuente:

C. J. Boquet. (1992). El Cinturón de Hipólita (Vírgenes y Asteroides). Valencia: Astrea Ediciones, C.B.



Comentarios

  1. Hola, estaria bueno que se haga con juno, como se hicieron con otros planetas en sinastria, aclarar que sucede cuando juno cae en las casas del otro?? por ejemplo, mi juno en sagitario en casa 5 cae en casa 5 de la otra persona, pero su juno en aries en casa 10 cae en mi casa 8...

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    1. Efectivamente, aún falta mucho por escribir respecto a los asteroides en temas de sinastría. Sin embargo, en el libro de donde se extrajo la información presentada en este post no habla sobre sinastrías, digamos que es básico en características de los asteroides.

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  2. Bueno yo tengo jumó en Virgo y casa 3 y tengo 44 años y estoy soltera 😔

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    1. Habrá que ver que aspectos recibe de otros planetas. Saludos

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    2. Noooo yo también tengo juno Retrogrado en virgo en casa 3 y lilith en libra Tengo 22 años. Enterarme de esto me trajo dolor de cabeza. Ahora entiendo porque tantas trabas.

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    3. Pero es mejor saberlo a ir por la vida sin tener idea de ello, ¿no crees?

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  3. Tengo a Juno en la casa 11 y con signo en escorpio, según dice aquí mis relaciones con la pareja son muy fuertes aun haya discusiones y todo. las relaciones de amigos también son con una facilidad grande.
    pero en realidad no tengo los aspectos de la casa 11 en Juno lo de amigos. ( no soy tan abierto y tampoco tengo facilidad.)
    creo que esto ocurre porque tengo a mercurio en capricornio y a Saturno en géminis. que me hacen muy solitario y con una mente practica y responsable.

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    1. Bueno, a parte escorpio no es un signo muy abierto y amiguero que digamos, podría decirse que es más bien selectivo, aunado a lo que mencionas de tu mercurio en capri y saturno en géminis.

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